Hoy se cumplen 10 años de las Jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001.
El proceso de movilización popular y enfrentamiento en las calles que se desató entonces, manifestó en dos días la bronca de gran parte de la sociedad acumulada durante años.
Altísimos índices de desocupación e indigencia generados por las políticas neoliberales de los `90, pésimas condiciones de la salud y educación y, sobre todo, la incapacidad del Gobierno de dar una respuesta a estas problemáticas, provocaron una fuerte necesidad del pueblo de buscar espacios de participación y de accionar para cambiar las cosas.
Fue así que surgieron diferentes formas de organización a lo largo y a lo ancho del país como los Movimientos de Trabajadores Desocupados, las distintas Coordinadoras, las Asambleas barriales y locales, etc. como forma de canalizar la bronca e indignación generada por los de arriba y poder así salir a la calle a luchar y pelear por sus derechos.
Somos un pueblo que ha demostrado su capacidad de lucha, resistiendo en las calles, enfrentando la represión, mostrando una enorme pérdida de toda confianza en los Gobiernos y las instituciones del Estado, al punto de lograr la renuncia y huida en helicóptero del Presidente.
En esos días, la Policía mostró claramente de qué lado se para a la hora de garantizar el bienestar de unos pocos a costas del hambre de las mayorías. 38 compañeros del campo popular murieron reclamando en las calles el 19 y 20 de diciembre de 2001.
El descontento popular llevó a que se sucedieran 5 presidencias y se adelanten las elecciones, asumiendo en 2003 el kirchnerismo.
Este gobierno implementó diversas medidas que habían sido reclamos históricos del campo popular como la Asignación Universal por Hijo, logrando generar en la gente la confianza en su capacidad de gobernar “para todos” y proponiéndose como única alternativa a la miseria generada por gobiernos anteriores. Así, logró neutralizar la movilización y el descontento popular.
Sin embargo, al analizar la situación actual, vemos que hay muchos problemas que persisten: precarización laboral, enormes índices de inflación que afectan directamente al bolsillo de los trabajadores, la falta de una vivienda digna, la destrucción de la salud y educación pública, etc.
Por otro lado, también persiste la persecución a los sectores que se organizan por sus derechos. Presos por causas políticas, una Ley Antiterrorista, más de 6000 procesados por luchar, represión tercerizada a manos de patotas sindicales y barrabravas, sumado a la militarización de los barrios del sur de la Capital Federal y gran parte del conurbano. Parece que así mantienen el orden.
La rebelión del 2001 hizo surgir en el campo popular importantes movimientos de organización que con la lucha han conseguido grandes logros.
El 2001 fue un gran avance en experiencia y conciencia de lucha, y demuestra la enorme potencialidad que tenemos como pueblo cuando nos organizamos y salimos a la calle.
Por esto mismo creemos que reivindicar las jornadas del 2001 implica retomar y potenciar las instancias de organización, apropiándonos de nuestros espacios de participación de base, peleando por más y mejores condiciones de trabajo, mejor salud y educación, y entendiendo que la dignidad de nuestro pueblo no vendrá de la mano de ningún gobierno, sino de su propia elección de pelear por lo que le pertenece… Sólo así el pueblo seguirá escribiendo su propia historia...
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