lunes, 7 de noviembre de 2011

EDUCACIÓN: Resistencia del Movimiento Estudiantil Chileno

Si no nos dejan soñar, no los dejaremos dormir...



El movimiento estudiantil chileno, los estudiantes universitarios y secundarios desde las bases en particular, en lo que va del año 2011, han venido enfrentando las políticas elitistas y de derecha del presidente Sebastián Piñera. Lucha que vienen desarrollando nuestros hermanos chilenos, en acciones mancomunadas con otros organismos de lucha del movimiento popular, a través de la organización, con barricadas, piquetes, movilizaciones, cacerolazos, y combates callejeros. Nuestros hermanos, al igual que nosotros, no comparten esa visión que es propia de los herederos de la sangrienta dictadura pinochetista, y de los Martínez de Hoz, Blaquier y De Mendiguren entre otros más acá, la cual postula que la educación, es un liso y llano producto del mercado. Por este motivo, dan batalla consecuente por una educación pública y gratuita para el pueblo.
Es importante recalcar que las medidas de privatización y arancelamiento de la educación pública, no son producto pura y exclusivamente de las políticas del antes mencionado presidente. ¿Acaso los anteriores gobiernos no sostuvieron a rajatabla las medidas económicas y leyes educativas pergeñadas por la dictadura?
Las imágenes que nos llegan a través de medios audiovisuales y de prensa escrita, desnuda claramente al servicio de los intereses de quien están los carabineros y demás fuerzas represivas. Ellos son los perros guardianes de las ganancias de las transnacionales, los grupos financieros y las oligarquías nativas. Es alevosa la violencia a través de la cual han reprimido, perseguido, golpeado, encarcelado, e incluso asesinado a los hijos del pueblo. En este sentido, es por demás interesante poder explicitar que los intereses de clase de los opresores, trascienden las fronteras y que sus métodos represivos para contener la movilización social al fin de cuentas, son los mismos, sea en Chile, Argentina o Perú, por ejemplo, sino recordemos los asesinatos del Indoamericano, la matanza de los QOM en Formosa (y aquí podemos contrastar en concreto con el cobarde acribillamiento del joven luchador Mapuche Matías Catrileo en Chile en el 2008). También, la represión a las luchas del movimiento trabajador organizado como las de Kraft-Terrabusi o los docentes de Santa Cruz, y la criminalización de la protesta social con la consecuente persecución y encarcelamiento de luchadores populares, como ocurrió con el dirigente ferroviario Rubén “pollo” Sobrero, con una causa armada por quema de trenes y liberado a los pocos días a partir de la presión popular, o nuestra hermana Karina Germano López, detenida en el penal de Ezeiza por su condición de militante social.
La justicia de esta causa, la permanente movilización, y la crueldad del régimen, han catalizado todo un amplio arco de solidaridad en apoyo de estas demandas, que en definitiva, son las de las grandes mayorías del pueblo.
Los derechos básicos de los trabajadores y el pueblo oprimido y explotado, como lo son la educación, la salud, el trabajo y la vivienda, no son vulnerados porque no exista caja con que solventarlos. ¿De qué “profundización” de que “modelo” hablan los portavoces del oficialismo “nacional y popular” cuando en pleno barrio de Constitución hay niños analfabetos y revolviendo en la basura para comer? ¿Porque en el interior, nacen niños con deformaciones y enfermedades como producto del uso indiscriminado de agrotoxicos para el cultivo de la soja? ¿A que “ciudad para todos”, se refiere el fascista Mauricio Macri, cuando tiene por política sistemática, la expulsión de los pobres mas allá de los límites de la Capital Federal, para así poder avanzar con sus tramoyas inmobiliarias? Al contrario, el problema es que estas cuestiones, no figuran entre las prioridades de la agenda de ningún gobierno burgués, cuya clase a la que representan, tiene como esencia de su existir, la ganancia y el afán de lucro.
El pueblo, se viene movilizando ante una crisis económica de verdadero alcance mundial. El gran desafío actual para nuestros hermanos chilenos, es transformar toda la oleada de descontento y rebelión, en una alternativa política de las clases populares, que pueda proyectar las distintas experiencias combativas en una perspectiva emancipadora, y correrse de esta forma, del chaleco de fuerza al que empuja la institucionalidad de las clases dominantes.
Desde nuestro humilde lugar, nos solidarizamos con la lucha de los estudiantes y con el pueblo chileno, pero no con saludos a la bandera o frases y consignas vacías abstraídas de la realidad, sino con actos concretos, desde lo simple a lo complejo, contruyendo organización popular desde el mismo seno del pueblo, en la trinchera desde la cual hoy damos batalla por un mundo mejor.

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