REPRODUCIMOS UN COMUNICADO DEL SINDICATO DOCENTE ADEMYS.
La escuela pública no se achica…
No al cierre de cursos.
En los últimos días, los profesores de algunas escuelas medias hemos sido informados por las autoridades de nuestras instituciones sobre una directiva emanada en forma oral de no abrir cursos con menos de 25 inscriptos.
De esta manera, vuelven a aplicar indiscriminadamente y en forma unilateral, decretos de otras épocas y realidades como el 1990/97 que exige un mínimo de 20 alumnos por curso para ser abierto.
Exigir un cupo mínimo indiscriminadamente para todas las áreas y modalidades, no se corresponde concriterios pedagógicos sino con una reducción de personal, que terminará afectando a cursos que podrían necesitar de una atención más personalizada como ser el alumnado en situación de riesgo. A esto se agrega, que no se tiene en cuenta la modalidad, especialización y necesidades específicas de áreas que requieren talleres, por ejemplo.
Ademys considera que es necesario estudiar las causas profundas de la deserción, analizar las problemáticas específicas de cada escuela, sus necesidades y realidades y así dotar a las escuelas de los elementos que permitan la contención /retención de los alumnos. En cambio, una vez más se corta por lo más fino y en lugar de revertir problemáticas, se avanza con “cirugía mayor” CERRANDO CURSOS.
El creciente traspaso de matrícula de la escuela pública a la privada es parte de un proceso que viene de larga data y que se agudizó en los últimos años. Este proceso se profundiza al subsidiar escuelas privadas en barrios donde existen otras públicas y donde la deserción o la repitencia pueden conducir a un cierre o fusión de cursos.
Defender la escuela pública implica, en este caso, priorizar sus necesidades reconociendo la realidad social que ésta debe atender. Aumentar el subsidio a escuelas privadas es promover una competencia por la matrícula, competencia donde la escuela pública lleva las de perder toda vez que se dejan caer sus edificios,
nos dan aumentos miserables y se controla rígidamente a sus docentes mientras se les van quitando sus derechos.
Los instructivos impartidos en las últimas semanas en forma oral, sin ningún documento, resolución o decreto firmado por funcionario alguno, pretenden responsabilizar a los directivos, para que sean los directivos quienes ejecuten una orden de la que no se responsabiliza nadie.
Ademys cuestionó estas medidas ante el Ministro Bullrich quien pretendió aclarar que van a “relocalizar” divisiones, nueva forma de denominar al cierre de cursos.
Con la peor propuesta salarial de los últimos años, donde se avecina un proceso inflacionario con aumentos en los servicios y en los alimentos mucho mayor que otros años, es lógico que falten docentes. La solución no es apiñar alumnos en las aulas, sino mejorar las condiciones de trabajo de sus docentes.
Este achicamiento significa no sólo la pérdida de trabajo, sino una reducción de las posibilidades de los estudiantes de los sectores más vulnerables, ya que muchos de los cursos que se cerrarían corresponden al turno vespertino.
Desde Ademys exigimos la derogación del decreto 1990/97 que habilita el cierre de cursos. Para esto promovemos y apoyamos toda organización desde las escuelas para resistir a este achicamiento.
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La situación docente se vería agravada por cuanto, al no haberse reglamentado la Ley de Titularización para docentes de media, ya que al no estar regularizada la situación de los nuevos titulares, su fuente laboral corre peligro al cerrarse estos cursos.
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