miércoles, 9 de febrero de 2011
DESALOJOS EN LA CIUDAD: Cómo hacer negocios con el techo de los trabajadores.
Esta vez, se trató del oficial de justicia Marcelo Alocati y efectivos de la comisaría n° 30 de Barracas, quienes se presentaron sin aviso previo en la puerta del precario hotel familiar de la calle Salom dispuestos dejar en la calle a las 18 familias que lo habitan, enseñando una orden del juzgado civil n°30 que los habilitaba a desalojar solamente la habitación número 4.
El montaje del operativo resultó desproporcional: vallados a ambas esquinas de la calle, policías en moto, varios patrulleros, personal de infantería con dos camiones, violencia verbal, física y psicológica permanente hacia las familias, etc. Aprovechando el desconcierto de los inquilinos, procedieron a desalojar la totalidad del hotel. Barrieron con todas las habitaciones de la planta baja, salvo una, y de no ser por la acción de los vecinos organizados del barrio y las organizaciones sociales, hubieran arrasado con el piso restante.
La mayoría de las familias afectadas quedaron en la calle, y sus pertenencias, arrebatadas por la policía, fueron cargadas en un flete con destino incierto. Las camionetas del BAP (ofrecieron un subsidio de 450$ y cuotas a seguir cobrando), servicio de higiene que barre con los pobres sin techo de la ciudad, fueron expulsadas de inmediato por las familias, que se niegan a terminar en un parador mugriento con sus hijos. Hasta estas horas del día de hoy, permanecen en la puerta del hotel intentando recuperar su techo.
Contrariamente a lo narrado por los medios de comunicación de la clase dominante, en explícita y vergonzosa complicidad con el gobierno y la policía, el juzgado 51, que tenia la causa de las otras habitaciones con juicio de desalojo, no intervino en el procedimiento. Tampoco se trata de “ocupas negros, vagos, chorros y mafiosos”, sino de trabajadores que habitan una vivienda muy humilde y antigua, con instalaciones precarias, un solo baño y una sola cocina para todas ellas, que tomaron la propiedad ante la imposibilidad de hacer frente a alquileres que superan los mil quinientos pesos mensuales. Y que pelean y se organizan por su derecho a una vivienda digna y contra quienes se lo niegan.
El rótulo de “mafia”, con mayor precisión, le corresponde en todo caso al tándem dueño de la propiedad (o en su defecto empresa)/comisario coimero/oficial de justicia/fiscal/gobierno de la ciudad/policía federal. Para acelerar los tiempos de los desalojos, el propietario coimea al juzgado y a la comisaría para expulsar a las familias pobres organizadas de su propiedad, que sufren la violencia de los Ratis y la impunidad de todo el proceso.
Esta forma de negocio con la necesidad de los trabajadores es un procedimiento habitual en los últimos tiempos. El tal Marcelo Alocati es una figurita conocida por las familias ya que ha intervenido en varios desalojos, como el de la calle San Antonio bis, también en Barracas.
martes, 8 de febrero de 2011
Cuarenta familias resisten a un desalojo en un hotel en Barracas
Unas 40 familias que mantienen ocupado un hotel en Barracas se resistían esta mañana a abandonar el lugar en el marco de un operativo de desalojo que ordenó el gobierno porteño, en tanto que personal policial y judicial comenzó a retirar los muebles de las habitaciones.
El operativo se inició a las 8 en un hotel de familias ubicado en Salom 432, en el barrio de Barracas, confirmaron a Télam fuentes policiales de la comisaría 30, que está a cargo el desalojo.
Los vecinos denunciaron que el procedimiento "se inició de sorpresa, sin aviso; la policía valló toda la cuadra, y junto con un oficial de justicia están desalojando las 10 habitaciones, cuando sólo una estaba en juicio", dijo a Télam Romina, de la agrupación vecinal Poder Barrial.
Aseguró que "las familias continúan resistiendo desde adentro porque no tienen donde irse, pero la policía junto al oficial de justicia del gobierno porteño está realizando un operativo ilegal y se están llevando los muebles a los depósitos de la ciudad".
No obstante, la policía precisó que el desalojo se está llevando a cabo por orden del Juzgado Civil número 51.
En las inmediaciones del hotel y tras el vallado policial permanecen en el lugar apoyando a los ocupantes del hotel vecinos, integrantes de la comisión Justicia y Paz de la parroquia de Constitución y organizaciones barriales.