Se cumplen 35 años del golpe militar genocida del 24 de marzo de 1976. El objetivo primordial de la Junta, fiel representante de los sectores privilegiados de la sociedad (empresarios, banqueros, grandes propietarios, etc) fue brindar un duro golpe a nuestro pueblo. Ante el avance de la lucha, reprimieron a sangre y fuego a las organizaciones políticas y sociales que resistían al modelo de reordenamiento económico.
Treinta mil compañeros murieron en la lucha por un mundo nuevo, levantando como bandera hacia el cielo los valores más altos: la libertad, el amor y la vida. En toda Latinoamérica, en la década del 70, fueron más de 250.000 luchadores y hombres del pueblo que perdieron la vida por las balas de militares entrenados en la escuela de las Américas en Estados Unidos para matar, torturar y perseguir a aquellos que se rebelaron ante las injusticias.
Hoy, 35 años después, acá seguimos: organizándonos, tomando conciencia, peleando por lo nuestro. Miles de compañeros en la América que resiste retomamos sus banderas de lucha, y convertimos su ejemplo en acción. Aunque truncaron su vida, los sectores opresores y dominantes jamás podrán sacarnos de la senda que ellos nos trazaron.